La vida diaria era un continuo deslizarse sobre un hielo demasiado frágil, un patinar incesante de insectos acuáticos sobre la piel invisible de la profundidad. Una pisada demasiado fuerte , un esfuerzo violento y se caía dentro del elemento sofocador y desconocido. Esto del amor, por ejemplo, no era posible pensar en ello. Solamente aguanta el peso de quienes no se detienen a pensar. Pero era necesario pensar, era necesario quebrar la frágil superficie y hundirse en las profundidades. No obstante lo cual, persistimos con desesperada locura en seguir patinando.
Aldous Huxley Arte, amor y todo lo demás, 1925