El tiempo se detiene cuando alguien muere. Por supuesto se detiene para ellos, quizá, pero para los que sufren la pérdida el tiempo se desquicia. La muerte llega demasiado pronto. Olvida las mareas, los días que se alargan y se acortan, la luna. Hace trizas el calendario. No estás en tu escritorio o en el metro o preparando la cena para los niños. Estás leyendo People en la sala de espera de un quirófano, o temblando en un balcón donde fumas toda la noche. MIras al vacío, sentada en el cuarto de tu infancia con el globo terráqueo sobre la mesa. Persia, el Congo Belga. El problema es que cuando vuelves a la vida normal, todas las rutinas, las marcas del día parecen mentiras sin sentido. Todo es sospechoso, una trampa para adormecernos, para volver a arroparnos en la plácida inexorabilidad del tiempo.
Lucia Berlin
Manual para mujeres de la limpieza
Ed. Alfaguara, 2016
Trad. Eugenia Vázquez Nacarino
Fot. Charles Gates Sheldon
Mary Nolan, 1920's