martes, 13 de diciembre de 2016

Fragmento 152



Me quedo pasmado cuando termino algo. Me quedo pasmado y desolado. Mi instinto de perfección debería impedirme acabar, debería impedirme incluso empezar.
Pero me distraigo y obro. Lo que obtengo es un producto que no resulta de una aplicación de mi voluntad, sino de una concesión que ella hace de sí misma.
Empiezo porque no tengo fuerzas para pensar, termino porque no tengo alma para interrumpir.

Este libro es mi cobardía.

Fernando PessoaFragmento 152
El libro del desasosiego de Bernardo Soares,
Ed. Seix Barral, 2010
Edición y traducción de Ángel Crespo

Fot. Sandra Barrozo
Intervención sobre libro antiguo con textos de El libro del desasosiego de Fernando Pessoa

El atestado


Adam volvió a cerrar el libro; aquella página, propiamente hablando, nada tenía que fuera muy conmovedor; y sin embargo, al volver a meter el libro en el torniquete de alambre, Adam sonrió tiernamente. Pensó que descubriría poco a poco, en el seno de su mundo cerrado, montones de cosas desconocidas, combates de fieras, puentes de barcos sobrecargados de carbón y de sol. Con cubos de agua y rollos de cordajes embreados. Se prometió a si mismo volver al día siguiente, o más tarde, para leer otra hoja.
Se alegraba de vivir en un universo modelo reducido, muy suyo, muy suave, al que llenaban mil juegos diversos.

Jean-Marie Gustave Le Clézio  El atestado
Ed. Cátedra, 2008
Trad. Susana Cantero

Fot. Junichi Hakoyama