domingo, 29 de abril de 2018

La rosa de los vientos


La rosa de los vientos

En inglés el guía decía: a wind-flower
y yo veía una anémona de madera frágil
en lugar de este rastro en la piedra del suelo
de una rosa de los vientos en los pétalos agudos de distancia
de flechas viniendo de lejos hacia el blanco inmóvil
de una nada vacía de la polvadera de todo

de "Las lágrimas de Cartago"
Versión de Víctor Bermúdez

Postal de El Escorial


Postal remitida por el poeta José Moreno Villa a su amigo Federico García Lorca, El Escorial, Agosto, 1922. 

Real Monasterio de El Escorial - Vista general, que lo muestra navegando por la estepa. Al paso de su quilla saltan las piedras y se fijan en el techo azul como lloronas estrellas. Todo es culpa de la cerveza, que tomaban Felipe, El Greco y Herrera

Geografía postal.
Las postales de las familias García Lorca y De los Ríos,
Ed. This Side Up, 2010.

sábado, 28 de abril de 2018

Belleza


Caracol.

Nada hay más hermoso que la danza de un macizo de bambúes en la brisa. Ninguna coreografía humana tiene la euritmia de una rama que se dibuja sobre el cielo.
Llego a preguntarme a veces si las formas superiores de la emoción estética no consistirán simplemente, en un supremo entendimiento de lo creado.
Un día los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los pardos terciopelos de la falena, y entonces se sabrá con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema.

Alejo Carpentier

viernes, 27 de abril de 2018

Literatura en París


Mircea Eliade, Eugène Ionesco y Emil Cioran en París, 1980. 
Foto de Louis Monier

Jura


Jura cada cierto tiempo 
comenzar una vida mejor.
Pero cuando llega la noche 
con sus consejos,
con sus compromisos, 
con sus promesas...
cuando llega la noche 
con esa fuerza del cuerpo 
que necesita y pide,
hacia el mismo placer fatal, 
perdido, va de nuevo.

Jura
Versión J.M. Montefogo

100 portraits of Londoners

jueves, 26 de abril de 2018

Retrato de una sombra


Retrato de una sombra

Tus ojos, huellas de luz de mis pasos;
tu frente, temida por el brillo de las dagas;
tus cejas, travesía de las pérdidas;
tus pestañas, mensajeros de cartas largas;
tus rizos, cuervos, cuervos, cuervos;
tus mejillas, campo de armas de la mañana,
tus labios, huéspedes tardíos;
tus hombros, estatua del olvido;
tus pechos, amigos de mis serpientes;
tus brazos, árboles ante la puerta del castillo;
tus manos, tablas de juramentos muertos;
tus caderas, pan y esperanza;
tu sexo, ley del incendio del bosque;
tus muslos, alas en el abismo;
tus rodillas, máscaras de tu cortesía;
tus pies, campos de batalla de las ideas;
tus plantas, gruta del fuego;
la huella de tu pie, el ojo de nuestra despedida.

Versión de José María Pérez Gay

Fot. Tim Walker 
 “Portrait of a Lady” 
for Love Magazine, 2016

Encuentro en un ascensor


ENCUENTRO EN UN ASCENSOR

Entramos en la cabina y nos quedamos solos los dos.
nos miramos sin hacer nada más.
Dos vidas, un instante, la plenitud, la felicidad...
En el quinto piso ella salió, y yo, que iba más arriba, 
comprendí que nunca volvería a verla,
que nos habíamos encontrado una vez, para siempre,
que aun habiéndola seguido lo hubiera hecho como un muerto 
y que si ella hubiera vuelto a mí
no hubiera vuelto más que del otro mundo.

de "Hamlet y otros poemas"
Barral Editores
Versión de Josef Forbelsky

martes, 24 de abril de 2018

La vida


La vida es una larga preparación para algo que nunca sucede. Dijo Yeats.

David Markson
La Soledad del Lector
Ed. La bestia equilátera, 2012
Trad. Laura Wittner

La luz no está en la luz


«La luz no está en la luz, está en las cosas
que arden de luz tenaz bajo la lluvia.»

DÍAS DE OCTUBRE DE 1996

El amarillo, el verde, el encendido
rojo sólo para morir
bajo el tendido velo del otoño.

La luz no está en la luz, está en las cosas
que arden de luz tenaz bajo la lluvia.

Nada tiene más fuego en sus entrañas
que la melancolía ardiente de esta hora.

Nada tiene más fuego que la ausencia.

¿Llorar?
                                   Lloradme nunca.
                                                      Me he perdido
con el aire en las bóvedas tan bajas
de un cielo que, piadoso, me disuelve.

Ed. Galaxia Gutenberg, 2000

lunes, 23 de abril de 2018

En el año 9


En el año 9, Ovidio fue arrojado desde el puente Sublicius por Livio. Ha subido al puente del barco y mira la extensión blanca del mar, que brilla como el argentum brilla a los ojos de los mortales. Siente unas repentinas ganas de arrojarse desde el puente, como las mujeres hacían en mayo con los hombres sexagenarios. Busca con la mirada las maderas que flotan, los delfines, o el aspecto de una isla o de una roca. Ve a lo lejos, como un punto invisible, Tomis. Acaba allí el más personal de sus libros y morirá helado, cubierto de pieles, enfermo, como un náufrago en lo que ya no es sino gritos y luz. Ha sido ahogado. Se hunde y reaparece como un resto de ropa o un tallo de mimbre que las pequeñas olas acometen. El olvido es el océano. El olvido es más vasto que lo real porque los animales, las plantas y los astros lo conocen. El más bello de los libros de Ovidio son las "Tristes".

Pascal Quignard
Pequeños tratados II
Ed. Sexto Piso
Trad. Miguel Morey

Leyendo


Leyendo en el parque, bajo la lluvia.
URSS, 1950s

Colgando textos


El Señor Jordà les desea un feliz Día del Libro

domingo, 22 de abril de 2018

El hombre imaginario


EL HOMBRE IMAGINARIO

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario


sábado, 21 de abril de 2018

Hermosa


Pienso en esa hermosa flor que se enciende en mi cuerpo. La hermosa, esa violenta flor del ridículo.

Blanca Varela

Julie Cockburn
Connect the dots



viernes, 20 de abril de 2018

La melancolía


Homero puso en escena al primer melancólico con el personaje de Belerofonte. “Objeto de odio para los dioses, vagaba solo, sobre la llanura de Aleion, el corazón devorado por la pena, evitando las huellas de los hombres” (Ilíada, VI, 200). "Thymon katedon", comiendo su corazón, dice Homero. El epíteto homérico describe magníficamente la melancolía: la autofagia del cuerpo por el alma. El desdichado es un Narciso al que su reflejo devora.

Pascal Quignard
La melancolía romana
El sexo y el espanto
Ed. Minúscula, 2005
Trad. Ana Becciú

Fot. Eva Rubinstein

Se conocieron


Se conocieron en Florencia en 1880. Él tenía treinta y siete años, ella cuarenta. Ella era Constace Fenimore Woolson, una célebre escritora estadounidense de cuentos y ensayo. ¿Y él? Él era Henry James. Para su sorpresa, James se percató rápidamente de que ella era una mujer de gusto y buen juicio cuyas divisiones internas se asemejaban a las de él. Ella disfrutaba del prestigio, pero se guarecía en la oscuridad; temía la soledad, pero buscaba el aislamiento; deseaba abrir su corazón, pero acababa mostrándose esquiva. En una ocasión en que James estaba considerando alquilar un apartamento en Venecia, Constance le dijo: "No le imagino en el Gran Canal", y él replicó: "No. Mejor en algún lugar escondido. No importa demasiado dónde, siempre y cuando cueste encontrarlo y haya que recorrer muchos callejones sin salida para llegar". Hablaba por ella tanto como por él. Desde su primera juventud, Constance había estado construyendo una coraza de reservas defensivas; para cuando alcanzó la madurez, ya la tenía puesta; para cuando murió, la coraza la estaba asfixiando. 
Paseaban y hablaban; tomaban té y hablaban; iban a museos y hablaban. Hablaban de libros, hablaban de escritura, hablaban de la imaginación moral. El intercambio no era, huelga decirlo, personal en el sentido habitual del término, pero la honestidad intelectual que animaba su charla se traducía en una conversación que hacía que los dos se sintieran menos solos en el mundo. 
Sin duda, ella le dio más a él que él a ella. Constance se convirtió en su mejor lectora, en su interlocutora más inteligente, quien mejor entendía las cosas que no se decían ni se mencionaban. No podía decirse lo mismo de James, que se aprovechó flagrantemente de todo lo que no se habló entre ellos. Parece que él, casi por voluntad, nunca llegó a comprender la profundidad de la angustia de Constance; o, si lo hizo, escogió taparse los ojos con una mano para no mirarla de frente. Tal vez supiera que sí permitía que ese conocimiento penetrara en él, se vería obligado a rendir cuentas ante aquella amistad. Sobre todas las cosas, Henry James temía y odiaba verse obligado a rendir cuentas ante nada ni nadie.

Ed. Sexto Piso, 2018
Trad: Raquel Vicedo

jueves, 19 de abril de 2018

Caza en el tiempo


CAZA EN EL TIEMPO 

Siento que soy la presa
pero no sé de quién,
pues las alas y las garras que descienden
sobre mí,
y me encadenan a la sombra
mucho antes de alcanzarme
carecen de nombre.
Sólo la frescura del aire dibuja
la amenaza que se acerca
con cruda y voluptuosa lentitud.
Sé que no hay salvación, pero
tampoco sé qué sería la salvación.
Si intento huir, la sombra también cambia
amoldándose a mi horizonte como las nubes,
feroz y protectora en su cuidado
de no perderme, presa de otro.
En la espera, los sobresaltos se confunden,
el pavor se mezcla plácidamente en el misterio,
desentrañar su enigma será mi sino:
tengo que vivir hasta que encuentre la respuesta
un tiempo igual al tiempo de la caza
en el que, al menos, sé que soy la presa.

De Mi patria A4 
Ed. Pre-Textos
Traducción de Viorica Patea y Antonio Colinas

Ilustración: The Balance 1918. 
Original wood engraving by Frederick Carter

Interminable


La narración de lo que ocurre en cinco minutos podría ser interminable.

Thomas Mann
La montaña mágica
Ed. Edhasa, 2009
Trad. Isabel García Adánez

Fot. Isa Marcelli

Patria


Estocolmo, 21.12.1957
Bergsundstrand 23

Mi querido y estimado Poeta Paul Celan,
Su carta ha sido una de las mayores alegrías de mi vida. Usted sabe de mis cosas, las tiene consigo, así que tengo una patria.

Nelly Sachs
Correspondencia: Nelly Sachs - Paul Celan
Ed. Trotta, 2007
Edición de Barbara Wiedemann
Traducción de Antonio Javier Bueno Tubía

Fot. Claude Cahun, autorretrato, 1932

martes, 17 de abril de 2018

Brillante estrella


¡Brillante estrella!, si fuera tan constante como tú,
no viviría en solitario esplendor en lo alto de la noche
vigilando, con los párpados infinitamente abiertos,
como el ermitaño insomne y paciente de la naturaleza. 

Ni como las inquietas aguas en su labor sacerdotal 
de pura ablución de las humanas costas de la tierra,
ni mirando la nueva y suave máscara caída, 
de la nieve sobre las montañas y los páramos;

no,sin embargo, aún constante, aún inmutable ,
descansando en el maduro pecho del bello amor,
sintiendo para siempre su mullido aliento,

despierto para siempre con suave inquietud,
quieto, quieto para escuchar su tierna respiración,
y así vivir siempre o si no, desvanecerme en la muerte.

(Octubre y noviembre de 1819)

Ed. Visor de Poesía
Trad: José María Martín Triana

lunes, 16 de abril de 2018

Hay que leer siempre lápiz en mano


Hay que leer siempre lápiz en mano. En efecto. Y lo repito: casi es posible definir al judío como aquel que siempre lee lápiz en mano porque está convencido de ser capaz de escribir un libro mejor que el que está leyendo. Es una de las grandes arrogancias culturales de mi pequeño y trágico pueblo.
Hay que tomar notas, hay que subrayar, hay que luchar contra el texto, escribiendo al margen: “¡Qué estupideces! ¡Vaya ideas!”. No hay nada tan fascinante como las notas marginales de los grandes escritores. Es un diálogo vivo. Erasmo dijo: “El que no tiene libros destrozados es que no los ha leído”.

George Steiner
Un largo sábado. Conversaciones con Laure Adler
Ed. Siruela, 2018
Trad. Julio Baquero

Fot. The Metamorphosis, Franz Kafka, 1915
First page annotations by Vladimir Nabokov

Desistir


Poseo a medida que designo; y este es el esplendor de tener un lenguaje. Pero poseo mucho más en la medida que no consigo designar. La realidad es la materia prima, el lenguaje es el modo como voy a buscarla, y como no la encuentro. Pero del buscar y no del hallar nace lo que yo no conocía, y que instantáneamente reconozco. El lenguaje es mi esfuerzo humano. Por destino tengo que ir a buscar y por destino regreso con las manos vacías. Más regreso con lo indecible. Lo indecible me será dado solamente a través del lenguaje. Solo cuando falla la construcción, obtengo lo que ella no logró.
Y es inútil procurar acortar camino y querer comenzar, sabiendo ya que la voz dice poco, comenzando ya por ser impersonal. Pues existe la trayectoria, y la trayectoria no es solo un modo de ir. La trayectoria somos nosotros mismos. En lo referente a vivir, nunca se puede llegar antes. El vía crucis no es un desvío, es el paso único, no sé llega sino a través de él y con él. La insistencia es nuestro esfuerzo, la renuncia es el premio. A este sólo se llega cuando se ha experimentado el poder de construir y, pese al sabor del poder, se prefiere la renuncia. Renunciar tiene que ser una elección. Desistir es la elección más sagrada de una vida. Desistir es el verdadero instante humano. Y sólo esta es la gloria propia de mi condición.
La renuncia es una revelación.

Ed. Siruela, 2017
Trad. Alberto Villalba

Fot. Toni Hamel
The land of Id

La tentación de la luz


La tentación de la luz

Sola, de una colmada soledad
en la noche de abril que empieza
con sus rosas
en el gris del cielo y abre
por un momento la entera luz
del día que va a morir

haciéndome sentir
colmadamente sola
en el sagrado instante
donde este cáliz deja
caer la gota sobre mi boca
que el ansia seca
por los malgastados días
acongoja sin saber por qué

y se abisma en olas
rojas sobre el follaje
del arce o el ciprés
con esa luz extraña
en la última luz del día
tan única y tan colmada
de soledad entre las hojas
como lo estoy yo misma



domingo, 15 de abril de 2018

Deseo y goce


Eso es el mundo: las huellas que deja la ola cuando el mar lentamente se retira. 
La voluptuosidad no es más que un apresuramiento donde se quiere ser conducido como por encanto. Su saciedad nos lleva, en el segundo que sigue a sus espasmos, a una sensación de decepción no sólo con respecto al impulso del deseo que lo precedía sino con respecto a la luz, a la tumescencia, a la rabia, al elatio (al arrebato) que obsesionaban las horas anteriores y los días que lo preparaban. 
Los naturalistas llaman “período refractario” al período durante el cual los machos, después de que se han acoplado, dejan de ser sexualmente activos. Las hembras no tienen un período refractario post coitum. El movimiento depresivo en las hembras ocurre post partum. Los machos escapan del asco al dormir. No se escapan: corren a alcanzar el otro mundo de los muertos y de las sombras. El taedium de los machos hace pensar a las mujeres, después del abrazo, en la fase de quietud en que se encierra el niño después del amamantamiento.
La excitación progresiva durante el acoplamiento ha sido asociada a menudo con las imágenes del carnívoro que devora su presa, del rapaz que se lanza sobre la suya. Los hombres siempre han considerado la excitación como un fuego latente que consume bruscamente el organismo entero. Ese fuego de artificio -el orgasmo, la culminación del goce ardiente- no es un epifenómeno, un beneficio subsidiario, sino el acabamiento del deseo. Los hombres no desean para aliviar una tensión insoportable. Lo que se busca no es la caída de la excitación. En ningún caso lo que se busca en el amor es el taedium vitae, el asco de vivir. Es el rapto del abismo. Es la captura de lo desconocido que precede al placer.
El goce amenaza al deseo y es normal que el deseo pueda odiar el goce, pueda experimentar una total aversión frente a la detumescencia (es el puritanismo pero también el arte). El deseo es lo contrario del hastío, del agotamiento, de la saciedad, del adormecimiento, del asco, de la flaccidez, de la amorpheia. Todo cuento, todo mito, todo relato apunta a la exaltación del deseo y emprende su combate contra el goce. La novela erótica o la pintura pornográfica no intentan en ningún caso hacer gozar sino hacer desear: buscan erotizar el lenguaje o lo visible, intentan abreviar el período refractario. Libran la guerra contra el taedium.
Razón por la cual el taedium vitae, el asco que sigue al goce está ligado a las artes como las ramas de los árboles están ligadas a su tronco. El arte prefiere siempre el deseo. El arte es el deseo indestructible. El deseo sin goce, el apetito sin asco, la vida sin muerte.

Pascal Quignard
La melancolía romana
El sexo y el espanto
Ed. Minúscula, 2005
Trad. Ana Becciú

Una perla extraviada


MIS FLORES ARTIFICIALES 

Mis flores artificiales 
enviaré a tu casa.
Mis pequeños leones de bronce
colocaré a tu puerta.
Yo me sentaré abajo en la escalera-
una perla oriental extraviada
en el rugiente mar de la gran ciudad.

Ed. Nordica Libros
Trad: Neila García Salgado

sábado, 14 de abril de 2018

Distancias


La perturbación de las distancias. Una perturbación a la que sólo se puede acomodar uno adoptando una visión aérea, conforme a la cual los kilómetros se transforman en milímetros, pero el tamaño del corazón humano no se reduce nunca.

John Berger
El cuaderno de Bento
Ed. Alfaguara, 2016
Trad. Pilar Vázquez

Fot. John Berger, 1950s

Fugaz


La belleza de un momento fugaz es eterna.


viernes, 13 de abril de 2018

Sergio Pitol


Un novelista es alguien que oye voces a través de las voces (…) Con ellas va trazando el mapa de su vida. Sabe que cuando ya no pueda hacerlo le llegará la muerte, no la definitiva, sino la muerte en vida, la hibernación, la parálisis, lo que es infinitamente peor.

Sergio Pitol
Puebla, 18 de marzo de 1933 - Xalapa, 12 de abril de 2018


Leyendo


Leyendo en el parque de Nara, Japón

jueves, 12 de abril de 2018

Júbilo


Pero aún más que el asombro, lo que se apoderó de mí era ese júbilo que nace de lo que sorprende sin que tenga uno manera de comprender: esa alegría que se tiene ante la esperanza de que van a romperse las cadenas del entendimiento de ayer, de siempre, y que, por no saber, se va por fin a ser más.

Yves Bonnefoy
La hora presente
Ed. Galaxia Gutenberg, 2016
Trad. Enrique Moreno Castillo

miércoles, 11 de abril de 2018

La hora de vivir


Nunca antes había sabido que la hora de vivir tampoco tiene palabra. La hora de vivir, amor mío, estaba tan presente, que yo apoyaba la boca en la materia de la vida. La hora de vivir es un ininterrumpido y lento ruido de puertas que se abren continuamente de par en par. Dos portones se abrían y nunca habían dejado de abrirse. Pero se abrían continuamente hacia la nada.

Ed. Siruela, 2017
Trad. Alberto Villalba

Fot. Jordanna Kalman

Y es tu sombra, lo es y se deshace


Y es tu sombra, lo es y se deshace

Y es tu sombra, y lo es y se deshace,
se hace raíz y grano
en el que aquí te tengo.

El dedo de penumbra que me das
aumenta mi mano
y me tiene en ti.

Tintinea ahora la tarde en los collares
de ovejas indiferentes:
todo con ellas resta, y los olivos,
no vistos, pero presentes.

Me envuelvo con esto; a su calor
nuestra sangre es una y madura.
Buena noche, mi amor.
Buena noche, que amanece.


Versión de Manuel Vargas

Fot. Edmond de Grimberghe
La mélancholie

martes, 10 de abril de 2018

Nos decimos palabras oscuras


Mi ojo asciende al sexo de la amada:
nos miramos,
nos decimos palabras oscuras,
nos amamos como se aman amapola y memoria,
nos dormimos como el vino en los cuencos,
como el mar en el rayo sangriento de la luna.


De "La arena de las urnas" 1948
Versión de José Ángel Valente

Mús: Antonio Vivaldi
Philippe Jaroussky sings "Mentre dormi amor fomenti"

Leyendo


Fot. Ida Kar

lunes, 9 de abril de 2018

La rosa


LA ROSA

Soy bella porque he crecido en el jardín de mi amado.
Bajo la lluvia de primavera pude beber el deseo, 
bajo el sol pude beber las brasas-
ahora estoy abierta y espero.

de "La tierra que no es" (1925)
Trad. Nelida García Salgado

Ligero


-Ligero (como “liviano”, aunque en inglés, light es también “luz”) es como llamaría aquello que se suele buscar con la poesía. Como la liviandad del tocar. Es esa cualidad en apariencia sin esfuerzo alguno, aérea la que esperamos de un poema lírico y raramente conseguimos.

Charles Simic
Conversaciones con Michael Hulse

Vid. Franz SchubertKupelwieser Waltz
Piano: Salome Jordania

Los penúltimos días


Los penúltimos días están llenos de luz aún y quiero retornar, de los ojos del niño que murió, los pájaros aquellos.

Francisco Brines

domingo, 8 de abril de 2018

Amigas


Cuando mi mejor amiga vino a decirme adiós un día antes de irme del país, cuando nos abrazamos pensando que no nos veríamos nunca más porque yo no puedo volver y ella no puede salir, cuando mi amiga me dijo adiós en el pleno sentido de la palabra, no éramos capaces de separarnos. Se dirigió hacia la puerta tres veces y las tres se echó atrás. Hasta la tercera vez no se fue de verdad, caminando con pasos mecánicos tan largo rato como larga era la calle. La calle era recta, de modo que yo veía su chaqueta de color claro haciéndose cada vez más y más pequeña y, curiosamente, más brillante con la distancia. No sé si es que brillaba el sol —era febrero— o es que de llorar también brillaban mis ojos por dentro, o si brillaba la tela de la chaqueta… lo que sí sé es que me quedé mirando a mi amiga que se marchaba y que su espalda brillaba como una cuchara de plata. Así, de forma intuitiva, encontré cómo recoger en una palabra todo aquel proceso de separación. Lo llamé cuchara de plata. Y eso era justo lo que describía la separación con precisión absoluta.

No me fío del lenguaje. Si sé que el lenguaje, para ser preciso, siempre tiene que adueñarse de algo que no le pertenece, es sobre todo por mi propia experiencia. No sé por qué las metáforas son tan ladronas, por qué la comparación más válida tiene que robar propiedades que no le corresponden a otra cosa. La sorpresa no surge sino del acto de inventar, y se demuestra una y otra vez que es esa sorpresa inventada en la frase la que comienza a traernos la cercanía a la realidad. La frase no puede consolidarse como entidad propia, como realidad hecha palabra pero realidad válida y literal, hasta que una percepción no se adueña de otra cosa, hasta que un objeto no se apodera y se vale de la materia de otro, hasta que aquello que escapa a lo real se torna plausible en la frase.

Herta Müller
Siempre la misma nieve y siempre el mismo tío. (frag.)
Cuento completo

sábado, 7 de abril de 2018

La nada


La nada no puede configurarse como el ser, ni articularse; dividirse en géneros y especies, ser contenido de una idea o de una definición. Pero no aparece fija; se mueve, se modula; cambia de signo; es ambigua, movediza, circunda al ser humano o entra en él; se desliza por alguna apertura de su alma. Se parece a lo posible, a la sombra y al silencio. Nunca es la misma.
No es la misma, no tiene entidad, pero es activa, sombra de la vida también. Una de sus funciones es reducir: reduce a polvo, a nada los sucesos Y, sobre todo, los proyectos. Por eso es la gran amenaza para el hombre en cuanto proyecta su ser. Es con lo que tiene que contar todo proyecto. El místico, aun el no quietista lo sabe; el poeta no siempre; mas siempre lo sospecha.

María Zambrano
El hombre y lo divino
Ed. FdCE,  Colección Breviarios, 2007

Fot. Celeste Ortiz

Alma


Hay que hacerse un alma. Por medio de la filosofía, de la aventura o del amor, lo importante es hacerse un alma. La vida tomada en serio consiste en buscar y fabricar nuestra alma, para desde ella aceptar el mundo en su complejidad ciega, tratar de mejorarlo si es posible y luego mirar a la muerte a los ojos, diciendo: ‘no te merezco’.

Fernando Savater
El gran laberinto
Ed. Ariel, 2005

Javier Vallhonrat 
Vanesa Duve, 1989

viernes, 6 de abril de 2018

El cuerpo no sabe


EL CUERPO NO SABE

Tiemblo como un árbol.
Lo que del árbol tiembla en el agua.
Tirito como el frío que no encuentra
un organismo donde calentarse.
Me estremezco porque este cuerpo
descuidó sus fronteras
en busca de más.


jueves, 5 de abril de 2018

Artista


Recibir el mundo estéticamente, o poéticamente, es ser artista. Artista es aquel que sabe ensanchar la mirada y sabe escuchar, es aquel que sabe crear ese espacio interior en el que la realidad -la propia y la del mundo- acude en estado naciente, pues la realidad siempre está aconteciendo. Artista es aquel que asiste al surgimiento perpetuo de las cosas y, a veces, logra mostrarlo. Artista es aquel que, en breves momentos, se desposee y, perdiéndose en la danza de lo viviente, intuye la inmortalidad del universo.

Chantal Maillard
La razón estética
Ed. Galaxia Gutenberg

miércoles, 4 de abril de 2018

Crear



Ya que no podemos extraer belleza de la vida, busquemos al menos extraer belleza de no poder extraer belleza de la vida. Hagamos de nuestro fracaso una victoria, algo positivo y erguido, con columnas, majestad y aquiescencia espiritual.
Si la vida no nos ha dado más que una celda de reclusión, hagamos por ornamentarla, aunque más no sea, con las sombras de nuestros sueños, diseños y colores, esculpiendo nuestro olvido bajo la quieta exterioridad de los muros.
Como todo soñador, siempre he sentido que mi oficio era crear. Como nunca he sabido hacer un esfuerzo o activar una intención, crear me ha coincidido siempre con soñar, querer o desear; y hacer gestos, con soñar los gestos que desearía poder hacer.

Fernando Pessoa
El libro del desasosiego de Bernardo Soares
Ed. Seix Barral, 2010
Edición y traducción de Ángel Crespo

Fot. Gunars Binde

martes, 3 de abril de 2018

Libros


“Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran”.

André Gide

El Señor Jordà y estos libros se han encontrado.

Habiéndome confiado


[67] [SIN TÍTULO]

Habiéndome confiado por entero 
a lo que no me resulta familiar,
mostrándome cercana a lo foráneo
y próxima a lo remoto,
pongo mis manos en las tuyas.

“Poemas”
Ed. Herder
Trad. Alberto Ciria

domingo, 1 de abril de 2018

Necesidades


19 de marzo de 1935

Siempre que algo se aleja de mí, siempre que pierdo algo o alguien, siempre que debo separarme de algo o de alguien, mi reacción es creativa (…) Todo ha de ser reemplazado y recreado. Todo debe ser expulsado de mí y estar en mí, dentro de mí. Creo todo cuanto es perecedero, evanescente, engañoso. Creo mi autosuficiencia, mi independencia, mi autofecundación. Pero, como soy mujer, no quiero estar sin necesidades. Nada sustituye a la vida ni al amor. Necesitaba un padre; necesitaba a Henry; necesitaba la protección de Hugh, su lealtad, su confianza; necesitaba la comprensión de Rank; necesitaba la escritura de Henry; necesitaba el equilibrio de mi Padre; necesitaba el amor. Necesidades terribles, inmensas, devoradoras, demoledoras. La vida me obliga a prevenir y remediar las necesidades, a ser un cosmos por mi misma: hombre, mujer, padre, madre, amante, niña.

Ed. Siruela, 2014
Trad. José Luis Fernández-Villanueva

Toni Hamel