Los versos son polvo sellado
de un tormento mío de amor,
pero afuera el aire es preciso,
cambiante y dulce y el sol
te habla de caras promesas,
así, cuando escribo
inclino la cabeza hacia el polvo
y anhelo el viento, el sol,
y mi piel de mujer
contra la piel de un hombre.
Alda Merini
Ed. Pre-Textos
Trad. Jeannette Lozano Clariond
Fot: Cristina García Rodero