domingo, 31 de julio de 2016

Eras tan raro


Mañana, en cuanto amanezca, iré a visitar tu tumba, papá. Me han dicho que la hierba crece salvaje entre sus grietas y que jamás lucen flores frescas sobre ella. Nadie te visita. Mamá se marchó a su tierra y tú no tenías amigos. Decían que eras tan raro... Pero a mí nunca me extrañó. Pensaba que entonces tú eras un mago y que los magos eran siempre grandes solitarios.

Adelaida García Morales  El Sur
Ed. Anagrama, 2003

Fot. Retrato de Adelaida García Morales, anónima

Ciego


El ciego amor no sabe de distancias
y, sin embargo, el corazón desierto
todo su espacio para mucho olvido
le da lugar para perderse a solas
entre cielos abismos y horizontes.
Cuando me quieres, al mirarme adentro, 
mientras la sangre nuestra se confunde, 
una redonda lejanía profunda 
hace posible nuevas ilusiones. 
Ser tuyo es renacerme porque logras 
borrar, hundir, que se retiren todos 
los espejos, los muros de mi alma.
Blancura del amor. Con cuánto fuego 
se anunció tu presencia. Tengo ahora 
la luz de aquel incendio y un vacío 
donde esperar, donde temer tu vida.

El ciego amor no sabe de distancias

Kentucky, 1964