viernes, 16 de marzo de 2018

El principio de asociación


XX
En el esfuerzo que uno hace por hallar su camino 
entre los contenidos de la memoria
(insiste Aristóteles)
es útil el principio de asociación:
«pasar rápidamente de un punto al siguiente.
Por ejemplo de leche a blanco,
de blanco a aire, de aire a húmedo,
tras lo cual uno recuerda el otoño 
en el supuesto de que esté tratando 
de recordar esa estación».

O suponiendo,
amable lector,
qué no estés tratando 
de recordar el otoño sino la libertad,
un principio de libertad que existió 
entre dos personas, pequeño y salvaje,
como son los principios, 
pero ¿cuáles son aquí las reglas?

Como él dice, 
la locura puede ponerse de moda.
Pasar entonces rápidamente
de un punto al siguiente,
Por ejemplo de pezón a duro,
de duro a cuarto de hotel,
de cuarto de hotel a la frase 
encontrada en una carta que escribió 
en un taxi el día que se cruzó 
con su mujer que iba caminando
por la otra acera, pero ella no le vio, 
se dirigía 
-así de ingeniosas son 
las combinaciones de ese estado de flujo 
que llamamos nuestra historia moral 
acaso no son tan claras casi 
como las fórmulas matemáticas
salvo que están escritas en el agua-
al juzgado
a presentar los documentos para el divorcio, 
una frase como qué sabor entre tus piernas.
Tras lo cual 
mediante esta facultad absolutamente divina, 
la «memoria de las palabras y las cosas»,
uno recuerda
la libertad.

¿Es eso yo? 
grita irrumpiendo el alma.

Almita, pobre animal incierto:

cuidado con este invento 
«siempre útil para aprender y vivir»
como dice Aristóteles, 
Aristóteles, que no tenía marido,
rara vez menciona la belleza
y es probable que de muñeca 
pasara rápidamente a esclava 
cuando trataba de recordar 
esposa.

Ed. Lumen, 2003
Trad. Ana Becciu

Mon Histoire avec les Pierres, 1999