XX
En el esfuerzo que uno hace por hallar su camino
entre los contenidos de la memoria
entre los contenidos de la memoria
(insiste Aristóteles)
es útil el principio de asociación:
«pasar rápidamente de un punto al siguiente.
Por ejemplo de leche a blanco,
de blanco a aire, de aire a húmedo,
tras lo cual uno recuerda el otoño
en el supuesto de que esté tratando
de recordar esa estación».
O suponiendo,
amable lector,
qué no estés tratando
de recordar el otoño sino la libertad,
un principio de libertad que existió
entre dos personas, pequeño y salvaje,
como son los principios,
pero ¿cuáles son aquí las reglas?
Como él dice,
la locura puede ponerse de moda.
Pasar entonces rápidamente
de un punto al siguiente,
Por ejemplo de pezón a duro,
de duro a cuarto de hotel,
de cuarto de hotel a la frase
encontrada en una carta que escribió
en un taxi el día que se cruzó
con su mujer que iba caminando
por la otra acera, pero ella no le vio,
se dirigía
-así de ingeniosas son
las combinaciones de ese estado de flujo
que llamamos nuestra historia moral
acaso no son tan claras casi
como las fórmulas matemáticas
salvo que están escritas en el agua-
al juzgado
a presentar los documentos para el divorcio,
una frase como qué sabor entre tus piernas.
Tras lo cual
mediante esta facultad absolutamente divina,
la «memoria de las palabras y las cosas»,
uno recuerda
la libertad.
¿Es eso yo?
grita irrumpiendo el alma.
Almita, pobre animal incierto:
cuidado con este invento
«siempre útil para aprender y vivir»
como dice Aristóteles,
Aristóteles, que no tenía marido,
rara vez menciona la belleza
y es probable que de muñeca
pasara rápidamente a esclava
cuando trataba de recordar
esposa.
Ed. Lumen, 2003
Trad. Ana Becciu
Fot. Laurent Millet
Mon Histoire avec les Pierres, 1999