martes, 26 de diciembre de 2017

Lela


LELA

Están as nubes chorando
por un amor que morreu.
Están as rúas molladas
de tanto como choveu.

Lela, Lela,
Leliña por quen eu morro,
quero mirarme
nas meniñas dos teus ollos.

Non me deixes
e ten compasión de min.
Sen ti non podo,
sen ti non podo vivir.

Dáme alento das túas palabras,
dáme celme do teu corazón,
dáme lume das túas miradas,
dáme vida co teu dulce amor.

Lela, Lela,
Leliña por quen eu morro,
quero mirarme
nas meniñas dos teus ollos.

Non me deixes
e ten compasión de min.
Sen ti non podo,
sen ti non podo vivir.

"Os vellos non deben de namorarse"
Lance primeiro, 2ª escena



No deshagas la maleta


¡No deshagas la maleta! Inconscientemente 
podría ocurrírsete desparramar su contenido 
lo que te tentaría a ver un dibujo 
como el de las letras de la palabra hogar. 
Donde algo careciera de simetría 
querrías tal vez colocar una planta 
regada y empezar a querer apreciada. 

¡No deshagas la maleta! Podría 
estallar la guerra. O lo que es aún peor: 
Podrías imaginarte que estabas enamorado 
y como una inevitable consecuencia 
mudarte a una calle con un nombre 
y que las calles, no como ahora, no solo fueran calles 
sino el caminar de los condenados a muerte en ellas. 

¡No deshagas la maleta! Es mejor 
ponerte una camisa arrugada 
que una que haya estado tendida en un balcón 
con vistas a algunas islas brumosas 
y haya sido planchada por una mano amorosa, 
es preferible el olor a naftalina que a espliego. 
Podrías creer que eres una flor. 

!No deshagas la maleta! Déjala 
junto a la pared en una habitación desnuda
donde una bombilla desnuda 
no te deja dudar ni un instante 
de dónde estás y quién eres en la Tierra. 

¡No deshagas la maleta! Ni un segundo 
antes de que puedas prescindir completamente de ella. 
Y déjala en su sitio.

No deshagas la maleta
Versión de Francisco Uriz
Editorial Lumen

Deena de Dos , Sceaux 1955

La tierra giró para acercarnos


La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño,
como fue escrito en el Simposio.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.

La tierra giró para acercarnos

Leyendo