miércoles, 1 de noviembre de 2017

A través de nosotros


A través de nosotros.

Antes de perdón, está libre la silla,
antes de el color de tus ojos, antes de qué quieres tomar,
antes de soy Rico y me llamo Dita, antes del roce
de una mano en un hombro,
eso pasó a través de nosotros
como una puerta entreabierta durante el sueño.

Ed, Siruela 
Versión de Raquel García Lozano

Cartas de no amor


Tengo setenta años. Mi alma yace ante mí.
Tiene los bordes desgastados.
Una vez este libro la dobló. La volví a enderezar.
Me doblaron el alma las muertes de los amigos. La guerra. Las disputas.
Los errores. Los insultos. El cine. Y la vejez, que, a pesar de todo, llegó.
Me alivia no saber los lugares por los que pasas, no conocer a tus nuevos amigos ni a los viejos árboles cerca de tu molino.
La memoria se ha disipado entre los círculos concéntricos del agua, cuyas ondas alcanzaron la orilla pétrea. El pasado ya no existe.
Las ondas, como anillos del amor, se fueron hacia la orilla.
No me sentaré en la orilla, no esperaré hasta el día del Juicio Final, no llamaré a mi pececito mágico de pecas doradas.
No me sentaré de noche en la orilla, no sacaré agua con un viejo sombrero de fieltro marrón.
No diré: "Mar, devuélveme los anillos".
La noche ya me ha adelantado. Han retirado del cielo las estrellas inaprensibles.
Sólo Venus, la principal estrella de la tarde y del alba, ha regresado al cielo. Fiel al amor, yo amo a otra.
Al amanecer, cuando ya se puede ver con claridad la forma de las cosas, pronuncio la palabra: "Amor".
El sol se derrama sobre el cielo.
No existe fin de la canción del alba, somos nosotros los que desaparecemos.

(...)

Me has dado dos encargos:

1) No telefonearte. 
2) No verte. 
Así que ahora soy un hombre ocupado. 
Hay un tercer encargo: no pensar en ti. Pero ese no me lo has confiado.

Víktor Shklovski
Zoo o cartas de no amor
Ático de los Libros
Trad. Yulia Dobrovolskaya, José María Muñoz Rovira

Foto collage Katrien de Blauwer