Un viajero ártico con una habitación por cruzar.
Una gran habitación blanca, impoluta y
espectralmente brillante a la luz de la mañana.
Ruidos lejanos de cocina... Si tan sólo pudiera
tomar aspecto de un extraño que llega a pie
a una región remota y aislada por la nieve,
bajo un cielo azul tan vacío como deslumbrante.
El cuarto era tranquilo.
Podía sentir las agujas y alfileres de su nuevo traje negro
mientras esperaba a la costurera ártica,
el cero en la punta de su lengua.
El mundo no se acaba
Ed.Vaso Roto Ediciones
Versión de Jordi Doce
Fot. Gaetano Pesce
Habitat for two people
Centre Georges Pompidou, París