domingo, 22 de mayo de 2016

Tú eres yo y tú


Este aposento triádico -tres patas, tres lunas, tres espacios, tres ventanillas y tres colores dominantes- es la patria del instinto puro y de la imaginación que lo sirve, así como tu lengua serpentina y tu dulce saliva me han servido a mí y se han servido de mí. Hemos perdido el apellido y el nombre, la faz y el pelo, la respetable apariencia y los derechos civiles. Pero hemos ganado magia, misterio y fruición corporal. Eramos una mujer y un hombre y ahora somos eyaculación, orgasmo y una idea fija. Nos hemos vuelto sagrados y obsesivos.
Nuestro conocimiento recíproco es total. Tú eres yo y tú, y tú soy yo y tú. Algo tan perfecto y sencillo como una golondrina o la ley de la gravedad.

Mario Vargas Llosa, Elogio de la madrastra
Ed. Tusquets, 2012

Pintura: Fernando De Szyszlo Sol Negro, 2014
Acrylic on Canvas

Tenemos tiempo


No nos faltan relojes; estoy sentado a mi mesa y veo hasta tres; dos electrónicos, uno de cuarzo. Uno forma parte del ordenador y marca las 12.29. Otro está empotrado en la radio y marca las 12.30. El tercero, mi reloj de muñeca, marca las 12.31. Por fortuna, mi reloj tiene las tradicionales manecillas, no opera con los despiadados intermediarios de las cifras. Tenemos mucho tiempo.

Adam Zagajewski, En la belleza ajena
Ed. Pre-Textos, 2003