El hayedal del Señor Jordà
jueves, 23 de junio de 2016
Eran las sombras
No, no soy yo quien le ha hecho estar triste.
Fue la noche que se hizo del polvo y, ardiente,
a ella besaba, ahogada en el ocre, cual polen.
Eran las sombras, palpándole el pulso.
Boris Pasternak
Epílogo 2
Trad. César Astor
Ciégate
Ciégate para siempre:
también la eternidad está llena de ojos-
allí
se ahoga lo que hizo caminar a las imágenes
al término en que han aparecido,
allí
se extingue lo que del lenguaje
también te ha retirado con un gesto,
lo que dejabas iniciarse como
la danza de dos palabras sólo hechas
de otoño y seda y nada.
Paul Celan
Cambio de aliento
, 1967
Versión de José Ángel Valente
Fot. The Burns Archive
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