lunes, 14 de mayo de 2018

A una mujer


a una mujer locamente guapa
un día van a darle un coche
sin duda van
a darle un coche
y muchas flores
cuantas sean necesarias
más que a las feas, las enfermas
y las secretarias juntas
en cambio a una mujer extrañamente guapa
pueden darle flores
y también pueden darle un coche
pero un día va
sin duda va
a tener que venderlo

Ed. Krillar 21, 2016
Trad. Paula Abramo


Una mujer limpia


una mujer limpia
porque una mujer buena
es una mujer limpia
y si es una mujer limpia
es una mujer buena
hace millones, millones de años
se puso sobre dos patas
la mujer era fiera y sucia
fiera y sucia y ladraba
porque una mujer fiera
no es una mujer buena
y una mujer buena
es una mujer limpia
hace millones, millones de años
se puso sobre dos patas
ya no ladra, es mansa es mansa
y buena y limpia

*

una mujer muy fea
era extremadamente limpia
y tenía una hermana menos fea
que era más o menos limpia
y además una prima
increíblemente guapa
que mantenía limpias
únicamente sus partes esenciales
que eran su pelo y su sexo
mantenía su pelo y su sexo
extremadamente limpios
con un champú hecho en texas
por mexicanos aburridos
pero la heroína de este poema
era una mujer muy fea
extremadamente limpia
que llevó durante muchos años
una vida sin acontecimientos

*

una mujer sobria
es una mujer limpia
una mujer ebria
es una mujer sucia
de entre las bestias del mundo
tengan o no tengan uñas
es la mujer ebria y sucia
la que se aprovecha entera
las orejas el hocico
la barriga la papada
los meñiques los tobillos
hasta la cola enroscada

*

érase una vez una mujer
que quería hablar de género
érase una vez una mujer
que quería hablar de colectivos
y otra mujer más
especialista en declinaciones
la unión hace la fuerza
así que las tres se juntaron
y fundaron el grupo de estudios
celso pedro luft


Ed. Krillar 21, 2016
Trad. Paula Abramo

Fot. Manuel Alvarez Bravo

Leyendo


Madrid 1955

Precio


El día estaba envuelto en niebla, que se posaba en su pelaje como una advertencia. Yo escrutaba el futuro, pensaba en lo que tendría que ser para el perro a cambio de lo que él sería para mí. Habría resultado mucho más sencillo si hubiera sido un perro más fácil, es decir, un perro menos inteligente, menos sensible, menos rebosante de aquella jouissance que no debía sufrir daño alguno.
Habría resultado mucho más sencillo de haber sido yo una persona más fácil. Estábamos demasiado expuestos, el perro y yo, nos unía la misma imprudencia. Y el mismo amor. He aprendido lo que cuesta el amor. Nunca hago recuento, pero sé lo que cuesta.


Veinticuatro horas en la vida de un perro
Ed. Lumen, 2015
Trad. Alejandro Palomas