AYER POR LA MAÑANA
Puede ser,
yo contigo,
tú conmigo,
sólo logramos emitir un balbuceo.
Pero este balbuceo nuestro
será lo más hermoso
que ambos
leguemos al mundo.
Este nuestro común
balbucear confuso
será nuestro legado humano.
Fot. Cig Harvey