Nadie me conoció bajo la máscara de la identidad ni supo nunca que era una máscara, porque nadie sabía que en este mundo hay enmascarados. Nadie supuso que junto a mí estuviera otro que, al fin, era yo. Siempre me juzgaron idéntico a mí.
Vivimos todos lejanos y anónimos; y disfrazados sufrimos, desconocidos. Para unos está distancia entre un ser y ellos mismos jamás se revela; para otros resulta de cuando en cuando iluminada, con horror o dolor, por un relámpago sin límites; para algunos ésta es la penosa constancia y cotidianidad de la vida.
Saber bien que quienes somos no nos atañe, que lo que pensamos o sentimos es siempre una traducción [...], saber todo eso a cada minuto, sentir todo eso en cada sentimiento, ¿No será ser extranjero en la propia alma, exiliado en las propias sensaciones?
Fernando Pessoa
Bernardo Soares
Poesía
Ed Alianza, 2016
Trad. José Antonio Llardent