miércoles, 13 de julio de 2016

La tristeza inexpresiva


La tristeza inexpresiva 
Abrió sus dos ojos enormes, 
El florero al despertar 
Del cristal arrojó las flores. 

Todo el cuarto se invadió
De una lánguida -¡dulce medicina! 
Este reino tan pequeño 
Tanto sueño ha devorado. 

Un poco de vino rojo,
-Otro poco de sol de mayo-
Y rompiendo un delgado bizcocho
La blancura de dedos finos.

La tristeza inexpresiva, 1909
Versión de Jorge Bustamante García

Escapar de la jaula


Cuando salgamos del enfrascamiento de nuestro propio ego y cuando escapemos como ardillas de la jaula que es nuestra personalidad para volver nuevamente al bosque, temblaremos de frío y de miedo. Entonces nos pasarán cosas que harán que no sepamos quiénes somos. La vida, fresca y reveladora, se nos adentrará.

D. H. Lawrence

Fot. Judith in den Bosch