El hombre no es ni una piedra ni una planta, y no puede justificarse a sí mismo por su mera presencia en el mundo. El hombre es hombre sólo por su negación a permanecer pasivo, por el impulso que lo proyecta desde el presente hacia el futuro y lo dirige hacía cosas con el propósito de dominarlas y darles forma. Para el hombre, existir significa remodelar la existencia. Vivir es la voluntad de vivir.
Simone de Beauvoir
El segundo sexo
Ed. Cátedra. 2005
Trad. Alicia Martorell
Fot. Denise Bellon
Simone de Beauvoir, Paris, 1930s