Con el transcurso de los años decides hablar cada vez menos de las cosas que más te importaban, cuesta un poco al principio. Uno se harta de oírse hablar... ya no te importa tener razón, uno se asquea... basta beber un poco, calentarse un poco y dormir todo lo que se pueda en el camino de la nada. No eres más que un viejo reverbero de recuerdos en la esquina de una calle por la que casi ya no pasa nadie.
Louis-Ferdinand Céline, Viaje al fin de la noche, 1932
Ed. Edhasa, 2001
Trad. Carlos Manzano
Fot: Hans W. Silvester, Pub Dublin 1950s