Ulises pasa ante Ítaca
¿Qué son esos peñascos, esa arena? Son Ítaca.
Sabes que están allí la abeja y el olivo,
y la esposa leal y el viejo perro,
pero mira, el agua brilla negra bajo tu proa.
¡No, no mires más esta ribera!
Sólo es tu pobre reino. Tú no vas
a tender la mano a ese hombre que eres,
tú, que no tienes ya tristeza ni esperanza.
Pasa, defrauda. ¡Que huya por tu izquierda!
Mira que para ti se ahonda ese otro mar,
la memoria que asedia al que quiere morir.
¡Sigue! Mantén el rumbo hacia la otra
ribera baja, allá. Donde, en la espuma,
juega aún el niño que tú fuiste aquí.
La larga cadena del ancla
La hora presente
Ed. Galaxia Gutenberg, 2016
Trad. Enrique Moreno Castillo