En el caso de una película a partir de este libro, la niña no debería ser de una belleza exclusivamente bella. Sería tal vez peligroso para la película. Hay otra cosa en ella, la niña, algo ”difícil de evitar", de una curiosidad salvaje, de una falta de educación, de una falta, sí, de timidez. Una especie de Miss Francia en niña haría que toda la película se derrumbara. Más aún: la haría desaparecer. La belleza no hace nada. No mira. Es mirada.
Marguerite Duras
Notas al margen.
El amante de la China del Norte
Ed. Tusquets, 1998
Trad. Beatriz de Moura
Collage Katrien de Blauwer