Pavese… aquella primavera solía llegar a nuestra casa comiendo cerezas. (…) Desde la ventana lo veíamos aparecer por el fondo de la calle, alto, con su rápida forma de caminar: venía comiendo cerezas y arrojando lo huesos contra la pared con un tiro seco y fulminante. Para mí la derrota de Francia quedó unida para siempre a aquellas cerezas que él nos hacía probar cuando llegaba, sacándoselas una a una del bolsillo con su mano parsimoniosa y huraña.
Natalia Ginzburg
Léxico familiar
Edit. Lumen, 2007
Trad. Mercedes Corral