Oficio y finalidad.
Repetir una y otra vez
aquello de que se carece
a fin de que a fuerza de insistirlo
quede creado:
dibujar en el aire
hasta que el sonido del rasgo
se convierta en silencio.
Y así, cada piedra contenga su rostro:
y cada instante de sordera contenga su voz;
y cada partícula de obscuridad
revele el sol de su presencia,
y cada gota de muerte
devenga semilla.
Se trata de buscar la palabra
para callarla.
Ed. Pre-Textos
Fot. Edward Weston