¡La mitad no quiero de nada!
¡La mitad no quiero de nada!
¡Que sea mío el cielo todo!
¡La tierra toda, mía!
Mares y ríos, el torrente de la montaña,
¡míos! No los comparto.
No me seducirás, vida, con una parte.
¡Será todo o nada! ¡Yo podré con todo!
No quiero ni la felicidad
ni el dolor a medias.
Quiero, sí, la mitad de la almohada
donde, pegado a tu mejilla,
como una pobre estrella fugaz,
fulgure el anillo de tu dedo...
Versión de Rafael Alberti y María Teresa León