jueves, 15 de marzo de 2018

Disparo


Disparo

El tiempo se rompe como un vaso.
Puedo juntarlo con las manos y admirar
el mundo en sus cristales rotos.
O puedo juntar las manos como quien reza.
No juntar más que mis manos.
Apuntar con los dedos a mi pecho
disparando sin darme muerte.
Tan sólo acomodarlas allí
como a dos palomas débiles y frías
después de una vida de lluvia.