Ardua es su tarea no elegida de existir; pero en su mano está dotarla de sentido si a la vida general agrega unas briznas de conocimiento y hermosura con esfuerzo generoso; si multiplica y comparte, no pidiendo nada a cambio, los dones gratuitamente recibidos.
Fernando Aramburu
Un visitante de mi tumba
En Autorretrato sin mí
Ed. Tusquets, 2018
Fot. Evgenia Arbugaeva