Dame tu mano:
Voy a contarte ahora
cómo he entrado en lo inexpresivo
que siempre ha sido mi búsqueda ciega y secreta.
De cómo he entrado
en aquello que existe
entre el número uno y el número dos,
de cómo he visto la línea de misterio y fuego,
y que es una línea subrepticia.
Entre dos notas de música existe una nota,
entre dos hechos existe un hecho,
entre dos granos de arena
por más juntos que estén
existe un intervalo de espacio,
existe un sentir que está entre el sentir.
En los intersticios de la materia primordial
está la línea de misterio y fuego
que es la respiración del mundo,
y esa respiración continua del mundo
es aquello que oímos
y llamamos silencio.