OTOÑO DEL ‘80
¿Dónde está aquella habitación, muchacha del otoño del ’80?
Cada viento llevaba el polvo de toba
sacudido por el terremoto y restregado en la cara.
¿Dónde está tu espalda en el techo, enrojecida
por las caricias de lija del joven amargo?
Después de ti cien años de paciencia.
Ahora entre nosotros se recita la edad,
asqueados de ser atrayentes.
Cualquier destino habría sido menor, perdido el mayor contigo.