Hogar para sombras.
Hogar para niños que buscan un padre.
Hogar para lagartijas y para piedras.
Hogar para señoras solas
y señores
que perdieron su edad en algún libro,
o en el bolsillo de algún suéter,
o en la caja que algún bromista
cambiara de lugar con una tarde de lluvia.
Hogar para la tristeza
es el silencio,
para los múltiplos de uno,
para nuestra sombra leyendo.
Hogar de señores solos y señoras
que han perdido la firmeza de las manos
en un recuerdo.
El silencio es
hollín, palabra muerta,
ciertos días o ciertas fechas;
y se parece a las tres de la mañana.
Alto, como una hora alta,
y cambiando lugares con ciertas miradas. Alto
y muy parecido a las lloviznas de junio
o a las lluvias bajitas de septiembre. Pero alto.
Fot. Russell Lee
Noche de Sábado
Craigville, Minnesota, Septiembre 1937