Cuando era niño
siempre quise tener alas
aunque, al final,
tuviera que conformarme.
Conformarme con saltar.
Saltar al vacío.
Saltar sin temor a precipitarme.
Precipitarme para aprender.
Aprender:
que por un instante,
aunque sea sólo por un instante,
la caída
es lo más parecido a volar.
Alberto Claver
Precipicio
Fot: s/d