NOCTURNO
Hasta se ríe tu tristeza
de cuando el sol era niño
y recogía en las manos de Dios
las conchas desperdigadas,
las uvas más negras del cielo,
el cabello bastardo del viento,
la podredumbre sola del silencio,
la materia sin forma de los sueños.
Sin tú saberlo, con todo eso
hizo los huesos de tu cuerpo,
el animal herido en todo el centro
cuya mirada funda las estrellas
porque ellas callan tu nombre,
te observan desnudarte,
te velan mientras duermes
y así, ungida de inocencia,
derramas el amor de madrugada.
Sin tú saberlo, se ríe tu tristeza.
Manolo Marcos
Collage de Kensuke Koike