¿Qué que vine a hacer aquí? ¡La gran pregunta! ¿Y qué estuve haciendo allá? (…) Vienen aquí muchos, como vinimos nosotros, cargados con su yo, con toda su ausencia a cuestas (…) ¿Qué vine a hacer aquí? Vine a no saberme, vine a estar. Hago: leo, estudio, escribo, miro, estoy. Estoy en lo que hago, soy lo que hago. Estoy en lo que miro. Soy lo que miro. No estoy. Dejo de estar frente a mí misma (…) Quiero estar aquí. Por eso vine. Simplemente vine para querer estar donde estoy. Sorprendente respuesta, por inesperada. Lo que pensé que sería un adiós definitivo a este lugar resulta ser un encuentro. Un encuentro más allá de lo esperado, más allá de cualquier idea de encuentro o desencuentro.
Ed. Pre-Textos, 2014