Un hombre teme más a lo que pueda sobrevenirle que a los sufrimientos que ya ha padecido. Prefiere aferrarse a los sufrimientos que ya ha padecido para no arriesgarse a un cambio. Sí. Un hombre hablará de su deseo de escapar a los vivos. Pero los más peligrosos son los muertos. Porque de los muertos no se puede escapar; de los muertos que yacen tranquilamente en alguna parte y no tratan de retenerle.
William Faulkner Luz de agosto
Ed. Alfaguara, 2010
Trad. José Luis López Muñoz
Fot. Francesca Woodman