Respiro este aire de tal modo –le explica a su compungido hijo– que me parece tener el mar en los labios, veo ponerse el sol, moverse las barcas silenciosamente, no pienso en nada; y mientras tanto, estoy a la espera de una emoción. ¿Qué más quieres? Si toda la vida fuera así…
Giani Stuparich La isla
Ed. Minúscula, 2008
Posfacio de Claudio Magris
Traducción de J. A. González Sáinz