Desciendo con la vista desde las cimas nevadas a los espinos resplandecientes, a las manchas de nieve, a los líquenes. Aunque sigo siendo incapaz de verla, la Verdad está cerca, en la realidad sobre la que estoy sentado: rocas. Estas duras rocas instruyen a mis huesos sobre lo que mi cerebro nunca pudo captar en el sutra del Corazón, que "forma es vacío y vacío forma”: la Ausencia, el vacío del espacio azul negro, contenido en todo. A veces, cuando medito, las grandes rocas danzan.
El secreto de las montañas es que existen, igual que yo, pero se limitan a existir, cosa que yo no hago. Las montañas no tienen “significado”; son significado; las montañas son. El sol es redondo. Yo vibro con la vida y las montañas vibran y, si soy capaz de oírlas, hay una vibración que compartimos. Entiendo todo esto, no con la cabeza sino con el corazón, sabiendo cuán absurdo es tratar de captar lo que no se puede expresar, sabiendo que otro día, cuando vuelva a leer esto, solo quedarán las palabras.
Peter Matthiessen El leopardo de las nieves
Ed. Siruela. 2015
Trad. José Luis López Muñoz