De joven, les reclamaba a los otros más de lo que podían dar: una amistad constante, una emoción permanente. Ahora sé pedirles menos de lo que pueden dar: una compañía silenciosa. Y sus emociones, su amistad, sus gestos nobles tienen ahora a mis ojos todo el valor de un milagro, todo el efecto de la gracia.
Albert Camus
Carnets,I, 1962
Trad. Elisenda Julibert