Errar y volar
Todos olvidan que Ícaro también ascendió.
Es igual cuando el amor se acerca a su final,
o cuando el matrimonio fracasa y todos dicen
«ellos sabían que era un error»,
que «jamás funcionaría» todos dicen.
Que ella era lo bastante mayor para comprender.
Pero lo que vale la pena lo vale aunque esté mal hecho.
Como estar ahí, en ese océano del verano
al otro lado de la isla
mientras el amor se apagaba en ella,
las estrellas ardían con tanto exceso en esas noches
que nadie pudo decirte que no perdurarían.
Cada mañana, ella dormía en mi cama
como una visitación, era su dulzura
como antílope inmóvil en la niebla temprana.
Cada tarde la veía volver a través
del páramo ardiente, después de nadar,
y veía la luz del mar a su espalda
y el cielo enorme al otro lado del paisaje.
La escuchaba hablar mientras almorzábamos.
¿Cómo pueden decir que el matrimonio fracasó?
Como aquellos que regresaron de Provenza
(cuando aún era Provenza)
y dijeron que era hermosa pero su comida grasienta.
Creo que Ícaro no fracasó en su caída,
se iba aproximando a la consumación de su triunfo.
Jack Gilbert