El árbol ha entrado por mis manos,
la savia ha subido por mis brazos,
el árbol ha crecido en mi pecho –
hacia abajo,
las ramas salen de mí, como brazos.
Árbol eres,
musgo eres,
y las violetas en el viento.
Un niña – tan alta- eres,
Y para el mundo todo esto es un delirio.
Una chica
Fot. anónima del autor