Que algo pueda volverse antipático por un silencio excesivo, tal como lo describe largamente un fragmento de Erasmo, es efectivamente uno de los rasgos que caracterizan el cielo. Es también uno de los rasgos de la rosa blanca, y del árbol de boj, y de la mayor parte de las begonias, de la mesa, de la silla, de la cama y de la apariencia de los libros cuando su belleza es extrema.
Pascal Quignard
Tratado XXV. Un montoncito de sal reservado para los bueyes muertos.
Pequeños tratados II
Ed. Sexto Piso.
Trad. Miguel Morey