Una y otra vez,
aunque conozcamos el paisaje del amor
y el pequeño cementerio
con sus nombres que se lamentan
y el barranco terriblemente callado,
en que los otros desembocan:
una y otra vez salimos emparejados
bajo los viejos árboles;
y nos echamos, una y otra vez,
entre las flores, frente al cielo.
Una y otra vez...
Fot. Édouard Boubat, Paris 1952