No eres más que una sombra turbia, un duro núcleo de indiferencia, una mirada neutra que rehuye las miradas. Con labios mudos, ojos apagados, sabrás en adelante identificar en los charcos, en los cristales, sobre las carrocerías relucientes de los automóviles, los reflejos fugitivos de tu vida detenida.
George Perec
Coll. Katrien de Blauwer