viernes, 1 de abril de 2016

Eran las sombras


No, no soy yo quien le ha hecho estar triste.
Fue la noche que se hizo del polvo y, ardiente,
a ella besaba, ahogada en el ocre, cual polen.
Eran las sombras, palpándole el pulso.

Individuo y República


La verdadera armonía en una república sólo puede producirse si el individuo, en lugar de tratar de sacar provecho personal de su puesto público, antepone los intereses de la comunidad a los privados. Sólo si la riqueza no se despilfarra en el lujo y la disipación, sino que se administra y se transforma en cultura espiritual, artística, sólo si la aristocracia renuncia a su orgullo, y la plebe, en lugar de dejarse sobornar por los demagogos y de vender el Estado a un partido, exige sus derechos naturales, sólo entonces puede restablecerse la república.

Stefan Zweig, Cicerón
Momentos estelares de la humanidad. Catorce miniaturas históricas.
Ed. Acantilado, 2002
Trad. Berta Vías Mahou