miércoles, 6 de junio de 2018

Gacela


GACELA DE LA MUERTE OSCURA 
(Diván del Tamarit)

Quiero dormir el sueño de las manzanas
alejarme del tumulto de los cementerios.
Quiero dormir el sueño de aquel niño
que quería cortarse el corazón en alta mar.

No quiero que me repitan que los muertos no pierden la sangre;
que la boca podrida sigue pidiendo agua.
No quiero enterarme de los martirios que da la hierba,
ni de la luna con boca de serpiente
que trabaja antes del amanecer.

Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que haya un establo de oro en mis labios;
que soy un pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.

Cúbreme por la aurora con un velo,
porque me arrojará puñados de hormigas,
y moja con agua dura mis zapatos
para que resbale la pinza de su alacrán.

Porque quiero dormir el sueño de las manzanas
para aprender un llanto que me limpie de tierra;
porque quiero vivir con aquel niño oscuro
que quería cortarse el corazón en alta mar.



La tierra incomparable


LA TIERRA INCOMPARABLE

Hace tiempo te debo palabras de amor:
o tal vez sean aquellas que cada día
se desvanecen rápidas apenas articuladas
y la memoria les teme, transforma
los signos inevitables en diálogo
enemigo acérrimo del alma. Tal vez
el murmullo de la mente no deja oír
mis palabras de amor o el miedo
arbitrario del eco que altera
las imágenes más débiles con un sonido
afectuoso: o tocan la invisible
ironía, sus propiedades filosas
o mi vida ya cercada, amor.
O tal vez es el color que las deslumbra
en el tropiezo con la luz
del tiempo que irá a ti cuando el mío
no pueda ya llamar amor oscuro
amor ya llorando
la belleza, la ruptura impetuosa
con la tierra incomparable, amor.

Versión de Héctor Miguel Ángelli

Esta es una foto mía


Esta es una foto mía.

Fue tomada hace algún tiempo.
Al principio parece una copia borrosa: 
líneas imprecisas y manchas grises
dobladas con el papel;
luego, al escrutarla,
ves en la esquina izquierda
algo así como una rama: parte de un árbol
(bálsamo o abeto) que sobresale
y, a la derecha, en la parte superior.

Al centro, en lo que puede ser 
una plácida ladera, 
una pequeña casa de madera.

En el fondo hay un lago,
y detrás de éste pequeñas colinas.

(La foto fue tomada
el día después de que me ahogara.
Yo estoy en el lago, en el centro
de la imagen, justo debajo de la superficie.

Es difícil decir dónde precisamente, 
o decir cuán grande o pequeña soy:
el efecto del agua en la luz 
crea una distorsión
pero si miras lo suficiente,
al final
podrás verme).

Esta es una foto mía

Fot. Erich Smeikal 
Trees by pond, 1930