lunes, 12 de diciembre de 2016

Descanso en la desdicha



Desdicha, gran arador mío,
Desdicha, siéntate,
Descansa,
Descansemos un poco tú y yo,
Descansa,
Me encuentras, me pones a prueba, me lo pruebas.
Soy tu ruina.

Gran teatro mío, mi puerto, mi hogar,
Mi sótano de oro,
Mi porvenir, mi auténtica madre, mi horizonte.
En tu luz, en tu amplitud, en tu horror
Me abandono.

Descanso en la desdicha

(Black) Seascape, 1881

Los objetos


Los objetos.

La ropa que me regalaste, R., me la encuentro por todas partes. Me envuelve el cuerpo, me atrapa los pies, y cuando voy a pagar, la cartera de piel. Si es invierno los zapatos, en verano los pantalones; si saco el abrigo que me pongo muy de vez en cuando, aparece tu camisa colgada debajo. De todas esas piezas que me abrazan, que eran "nuestras", tú quizás pronto ya no te acordarás. Me inquieta tu impulsividad a la hora de comprarme cosas que pudieran ilusionarme cuando te habías quedado sin trabajo. A pesar de eso, yo aceptaba esos regalos con la misma sensación ambigua de cuando mi padre, estando en el paro, nos llevaba al restaurante. Esa sensación de alegría mezclada con inseguridad y culpa. ¿Cómo pude aceptarlos? ¿Por qué me hacías todos esos regalos? Ahora soy yo quien se arrepiente de no haber hecho lo mismo: regalarte ropa, zapatos, perfume. Todo cuanto pudiera prolongar mi presencia en ti.
Porque los objetos duran más que los sentimientos.

Alicia Kopf   Hermano de hielo
Ed. Alpha Decay
Trad. Imma Ávalos Marqués