lunes, 23 de julio de 2018

He visto elefantes


A veces siento una gran desconfianza por la escritura; creo que aunque sea subrepticiamente, uno, al escribir, cuenta cosas personales. ¿Y quién que pueda leer no es igual a uno? ¿Y quién que es igual a uno necesita que le cuenten lo que sabe? Pero más saludable es no cuestionarse los actos inevitables, como este de contar que uno ha visto elefantes y, mansamente, responder a la urgencia de contarlo. Porque nadie cuenta nada por contar, sino porque se le impone el cuento que, así, contado, se convierte no en el hecho que uno conoce, sino en el que es conveniente que los demás conozcan.

Ángel Bonomini 
Los lentos elefantes de Milán
Incluido en Todos parecían soñar. Cuentos completos
Pre-Textos, 2017

Leyendo


Soledad poblada


A veces me quedo dormido encogido así hasta medianoche y, al despertarme, levanto la cabeza y me doy cuenta de que tengo el pantalón empapado en la rodilla, es la saliva de haber dormido acurrucado como un gatito en invierno, como la madera de un balancín, porque puedo permitirme el lujo de abandonarme, aunque nunca esté abandonado, estoy solo para poder vivir en una soledad poblada de pensamientos, porque soy en parte un héroe del infinito y de la eternidad, y al Infinito y a la Eternidad les gustan las personas como yo.

Ed. Galaxia Gutenberg, 2012
Trad. Mónica Zgustova