miércoles, 16 de agosto de 2017

Comienza un lunes


Comienza un lunes 

La eternidad por fin comienza un lunes 
y el día siguiente apenas tiene nombre 
y el otro es el oscuro, al abolido.

Y en él se apagan todos los murmullos 
y aquel rostro qua amábamos se esfuma 
y en vano es ya la espera, nadie viene. 

La eternidad ignora las costumbres, 
le da lo mismo rojo que azul tierno, 
se inclina al gris, al humo, a la ceniza.

Nombre y fecha tú grabas en un mármol, 
los roza displicente con el hombro, 
ni un montoncillo de amargura deja. 

Y sin embargo, ves, me aferro al lunes 
y al día siguiente doy el nombre tuyo 
y con la punta del cigarro escribo 

en plena oscuridad: aquí he vivido.