viernes, 25 de agosto de 2017

Mujeres


Un hombre furioso y bestial se dejará llevar hasta el asesinato, porque se hallará saturado de vino o furioso, inspirado por la ira o el alcohol. Es malo. Ignora el placer de matar, la caridad de dar muerte como una caricia, de hacerla intervenir en juegos que son como los de las fieras distinguidas: los gatos, los tigres, abrazan a sus presas lamiéndolas al mismo tiempo que las magullan. 
(...)
Se oían risas, algunas demasiado fuertes... Pero en cuanto Bouboule, con un movimiento de hombros, había dejado resbalar hasta el talle su kimono, ya nadie reía. Las cúspides extremas de una perfección sólo inspiran gravedad. Delante de las dos medias manzanas sin mácula, iguales, armoniosamente distantes, levantadas por apacible aliento, coronadas de un resplandor apenas rosado, ya no había en el camerino más que contempladores soñadores y mudos.

Sidonie-Gabrielle Colette
Mujeres

En la foto Colette por Cecil Beaton

Araceli


En este otoño de niebla, desde hace varios días, me siento tentado a seguir a mi muchacha Araceli en todas las direcciones del espacio y del tiempo, menos en una en la que no creo: el futuro. En realidad, en la dirección de mi futuro no veo más que una vía sinuosa a lo largo de la cual, mi habitual yo mismo sigue moviéndose arriba y abajo como un pendular borracho. Hasta que sobreviene un choque enorme y todo movimiento cesa. Es el punto extremo del futuro. Una especie de mediodía cegador, o de medianoche ciega, en el que ya no hay nadie, ni siquiera yo.

Elsa Morante
Araceli 
Ed.. Gadir, 2008

Fot. Marit Beer