jueves, 25 de enero de 2018

Hogar


¿Y qué hogar es, si no es de este mundo?, que lo que cantábamos y tocábamos era sólo un recuerdo, una reminiscencia, la conservación de la imagen de algo que ya no existe, y sentí como la tierra firme de este hogar se hundía bajo mis pies, cómo caía, cómo sostenía el clarinete junto a la boca y me hundía en la profundidad de los años, en la profundidad de los siglos, en una profundidad inconmensurable (donde el amor es amor y el odio, odio) y me dije con sorpresa que mi único hogar es precisamente este hundimiento, esta inquisitiva y anhelante caída y seguí entregado a ella, experimentando un dulce vértigo.

Milan Kundera
La Broma
Ed. Tusquets, 2012
Trad. Fernando de Valenzuela

Noche


En el fondo del hombre hay una noche irresistible. Cada anochecer, los hombres y las mujeres se quedan dormidos. Se hunden en esa noche como si las tinieblas fuesen un recuerdo.
Son un recuerdo.
A veces, los hombres creen que se acercan a las mujeres; miran la expresión de sus rostros; tienden los brazos hacia sus hombros; vuelven a sus cuerpos cada anochecer y se acuestan contra sus costados, pero no por eso duermen; no son más que los juguetes de la noche, atados por la escena invisible que los ha engendrado y que arroja su sombra por todas partes y sobre todas las cosas.

Pascal Quignard
Terraza en Roma
Ed. Espasa, 2008

Fot Marion Cotillard para Vogue, París 2010