viernes, 1 de julio de 2016

Hablar


No lo voy a ocultar: estoy tan desacostumbrado a que, en fin, me comprendan; tan desacostumbrado, digo, que en los primeros minutos de nuestro encuentro pensé: esto es una broma, un engaño, una mascarada… Pero además… Hay cosas de las que cuesta hablar: es como si les quitases su maravilloso polen al rozarlas con palabras… Me llegan cartas de casa que hablan de flores enigmáticas. Eres preciosa […]. Te necesito, sí, mi cuento de hadas. Porque tú eres la única persona con la que puedo hablar, ya sea del matiz de una nube, del tintineo de un pensamiento o de que hoy, cuando fui a trabajar, miré a la cara a un girasol alto, y él me sonrió con todas sus semillas.

Vladimir Nabokov
Cartas a Véra
Ed. RBA
Trad. Marta Ingrid Rebón y Marta Alcaraz

Fot. Nicolas Nabokov, Véra and Vladimir Nabokov, Berlin, 1934

Ciencia y magia


Si ejecución de sueños ancestrales es poder volar con los pájaros y navegar con los peces, penetrar como la broca en los cuerpos de montañas gigantes, enviar mensajes a velocidades divinas, divisar lo invisible y percibir lo remoto, oir hablar a los muertos, anegarse en salutíferos sueños milagrosos, ver con ojos vivos el aspecto que tendremos veinte años después de muertos, descubrir en noches resplandecientes mil cosas de encima y de abajo de este mundo que antes nadie conocía; si luz, calor, fuerza, placer, comodidad son los sueños primordiales del hombre, en tal caso las investigaciones actuales no solamente son ciencia, sino también una magia, un rito de poderosísima fuerza sentimental e intelectual que induce a Dios a doblar el uno sobre el otro los pliegues de su manto, una religión cuya dogmática está regida y basada en la dura y valiente lógica de la matemática, aguda y desbocada como la hoja de un cuchillo.

Robert Musil El hombre sin atributos
Ed. Seix Barral 2004
Trad. José María Sáenz