miércoles, 10 de mayo de 2017

Desesperación


Toda vida es el paso de la oscuridad a la luz, pero la oscuridad permanecerá siempre en ella. Por eso no podemos deshacernos de la desesperación. ¿Qué hay más allá de la desesperación? Yo lo sé. Una extraña alegría. Hay una extraña alegría en la simplicidad de una vida que lucha a muerte con la vida.

Santiago López Petit
Hijos de la noche
Ed. Bellaterra, 2014

Foto : Eunice Kim

Dignidad


Curiosamente, era una de las personas más radicalmente escépticas que había conocido nunca y, posiblemente (una teoría fabricada para intentar comprender a una mujer tan transparente en algunos aspectos y tan enigmática en otros), se dijera en su interior: Como somos una raza sin esperanza, encadenada a un barco que se hunde (sus lecturas favoritas de joven eran Huxley y Tyndall y a los dos les gustaban mucho esas metáforas náuticas), como todo es un chiste detestable, hagamos, de todos modos, nuestra parte: aliviemos los sufrimientos de nuestros compañeros de prisión (Huxley una vez más); decoremos los calabozos con flores y cojines inflables; seamos todo lo decentes que podamos. Esos rufianes, los dioses, no se saldrán con la suya: la idea de Clarissa era que los dioses, que nunca perdían la menor oportunidad de herir y contrariar a los hombres y de malgastar vidas humanas, se desconcertaban mucho si, de todos modos, alguien se comportaba con dignidad.

Virginia Woolf
La señora Daloway
Ed. Alianza, 2006

Foto: Robert Doisneau

Al Sur


Al sur de algún país está mi casa
con discos de Bob Dylan y Purcell, y facturas,
y pudín de Yorkshire, y libros esperándome
y voces que se cruzan por las habitaciones. 
Pero la fría sangre del jazmín me atraviesa
cuando la tarde cae, y escribo, como ahora,
o callo en la terraza por los míos ausentes.
Un gran perro acosado ladra en el ascensor. 

Al Sur