martes, 30 de enero de 2018

El cuerpo: un ensayo


[100] Antes de dejarse llevar por la empatía, el lector debe tener en cuenta que la noche no duró mucho; además, exigía que ella devolviera todo lo que había robado. 

n. A la mañana, las palomas arrullaban sus fuck-yous. Y ella se fue, con el bolso equivocado, por la escalera equivocada. 
El viento desviado sobre la escalera de emergencia sacudía el vestido. Porque él nunca lo dijo, ella y sus cositas: lápiz de labios y pétalos de rosa, cucharas de azúcar y sobres rosas, terminaron en los bolsillos equivocados. Y si nadie lo hace que todo se vaya a la mierda, durante la noche, sacar las señales de tránsito de todas las intersecciones importantes y volverlas a poner en el lugar equivocado. En la catedral, la fuente nunca fue tan lasciva, sin embargo, le gustaba ese meter dedos una y otra vez, y las velas eran tan promiscuas en su intercambio de llamas.

Jenny Boully
El cuerpo: un ensayo
Ed. Z&G 2017
Traducción: Patricio Grinberg

Fot. Jane Fonda by Bob Willoughby